Onimusha (2023), reseña: un anime samurái que cuenta su propia historia separada de los videojuegos de Capcom

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Onimusha (2023), reseña: un anime samurái que cuenta su propia historia separada de los videojuegos de Capcom


No mentían cuando decían que querían apostar por la adaptación de Netflix de videojuegos e IP populares, y es que tienen oro auténtico en videojuegos. ‘Cyberpunk: Edgerunners’ fue uno de sus mayores éxitos en el terreno de la animación y este año ya lanzaron ‘Captain Laserhawk: A remix of Blood Dragon’ y esta semana el anime ‘Onimusha’.

Y todavía nos preocupa si los videojuegos de Capcom aguantarán o qué tan fieles serán a la trama.

Miyamoto Musashi vino

El legendario samurái Miyamoto Musashi ha servido de inspiración para muchos personajes y ha aparecido en todo tipo de obras de ficción. Y en ‘Onimusha’ no sería menos porque ya fracasó en los juegos pero se convirtió en el personaje principal del anime inspirado en el actor Toshiro Mifune.

La trama se desarrolla en el período Edo de Japón, con el anciano Musashi embarcándose en una misión para derrotar a un ejército de demonios invasores. Además de sus habilidades con la espada, también cuenta con un equipo de samuráis que lo ayudan y el legendario Oni Gauntlet.

‘Onimusha’ funciona bien como una típica película de samuráis, con el monje, el payaso, el listo y el resto de la pandilla teniendo una gran racha que recuerda a ‘El séptimo samurái’. Por supuesto, añade de fondo una trama sobrenatural, propiedades y escenas de acción tomadas de un videojuego.

El anime no toma atajos cuando debería ser más intenso, lo que es de esperar de la franquicia de la que venimos. Aunque hay que señalar que ‘Onimusha’ logra un buen equilibrio entre la fidelidad histórica y algunas secuencias de acción bien ejecutadas de batallas pasadas, cuesta empezar con el ritmo algo lento de los primeros episodios. Serie.

Netflix

Y tenemos que hablar de la animación, que definitivamente te hace retroceder un poco sabiendo que es CGI. Sublimation, el estudio ‘Dragon’s Dogma’, ha ido cuidando el departamento gráfico de ‘Onimusha’ con un estilo muy similar pero muy mejorado respecto a las últimas entregas.

Los fondos y escenarios tienen un acabado atractivo, y la animación de los personajes funciona la mayor parte del tiempo… aunque no siempre engaña con el falso 2D que intentan conseguir, y sobre todo la rigidez y los modelos deslucidos.

'El Niño y la Cigüeña' es un café para los amantes del café.  El estreno de la última película de Hayao Miyazaki con la leyenda es confuso.

Si volvemos al anime de Onimusha podremos seguir fácilmente la historia, a Netflix le está yendo muy bien con series como esta o como ‘Tekken: Bloodline’, aunque deja algunas joyas para los fans de la saga.

Onimusha y Netflix

Quizás no alcance el nivel de otra adaptación de videojuego que está lanzando Netflix, pero es una serie decente y con buenos resultados, que deja una historia divertida para ver de una sentada. Con personajes que son fáciles de agradar, aunque no se alejan demasiado de su norma. Y el samurái está luchando contra demonios, que no son nada excesivos.