Revisión de las Memorias del ejército napoleónico (1807-1812)

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Cazadores Ejercito Napoleon


Memorias del ejército napoleónico de cARTEm Comics arrastra al lector al barro de las guerras napoleónicas en Europa del Este, donde la Grande Arme se enfrenta al nudo gordiano de avanzar más allá del río Niemen.

En el año En 2008, la editorial francesa Delcourt publicó una edición española en formato completo de cARTEm de Michel Dufran, Alex Alexandre y Jean-Paul Fernandez bajo el título “Souvenirs de la Grande Armée”. La colección de BD -por ejemplo, The Cambridge Five-, coincidió con el momento del pequeño general francés, de origen corso, gracias a Ridley Scott.

Este cómic, Reminiscencias de los ejércitos de Napoleón, no es una oda a la guerra, como podría sugerir el título de la obra, sino, por el contrario, a la tragedia de la humanidad en el conflicto bélico, pues habla. En la vida diaria de los soldados bajo el estandarte de Napoleón, la parte más difícil es mantenerse con vida… incluso si no estás en el campo de batalla.

Conspiración

El volumen completo de Memorias del ejército napoleónico se compone de cuatro secciones distintas: 1807, Polonia; 1808, los hijos de la viuda; 1809 Viena ¡Ver o morir!; Y en 1812, el conde Zhukov caza. El personaje principal será Marcel Godert, a quien en la primera parte el lector encontrará como un brigadier de cazadores de caballos del segundo regimiento de la Grande Arme de Napoleón. Godart no es francés, sino belga, por eso le apodan entre sus colegas.

Aunque es una historia de guerra, tiene un aspecto policial en muchas de sus historias, pues Godwart se convierte en un misterio a investigar en un lugar tan caótico como una operación militar. A base de pistas e información sesgada, deberá resolver el caso para no perjudicar el esfuerzo bélico y, a su vez, elevar la moral del ejército.

El ejército de Napoleón hasta 1812 Los recuerdos del ejército de Napoleón demuestran que aunque era francés, estaba formado por muchos países, como belgas, holandeses, prusianos… Esta Grande Arme estuvo dividida en seis ejércitos hasta 1808, que así fue. En 1809, el ejército alemán se dividió entre España y el Ejército del Rin.

En el año Aparte de España, donde la guerra estuvo activa entre 1810 y 1812, lo que dio lugar a interesantes episodios televisivos, no hubo ningún conflicto en Europa del Este entre 1810 y 1812, ni las malas relaciones entre París y San Petersburgo en 1810. Marcharon hacia los territorios del zar.

Para la invasión de Rusia, además de cerca de 410.000 tropas francesas, participaron tropas de Polonia, Austria, varias provincias italianas, alemanes (bávaros, sajones, prusianos y westfalianos), suizos, daneses, noruegos, españoles, portugueses y croatas. . Y el irlandés. Era difícil mover esta fuerza diversa, especialmente debido a las diferentes formaciones militares y los diferentes idiomas.

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En los primeros episodios verás cómo se forma una amistad entre varios miembros de los 2º Cazadores, donde comparten alegrías y tristezas, siempre con “Bélgica” como elemento conector para todos los actores principales. El rigor de la campaña se va viendo paulatinamente, donde los elementos de la unidad militar enfrentan diversos desafíos, con las consecuencias correspondientes.

Este ir y venir de hombres pasa factura al “belga” que, aunque asciende en las filas del ejército de Napoleón, todavía siente en el alma el escalofrío de la pérdida de sus amigos tras la caída de Napoleón. En Moscú y la implacable retirada del invierno ruso no deja sin problemas a nuestra protagonista.

Los autores

Michel Dufrane es un autor belga, actualmente crítico literario francófono en su país natal. Dufrane es un todoterreno en el mundo editorial, pero también el artífice de adaptaciones al cómic de clásicos como Los tres impostores. La formación en psicología facilita la adaptación de la personalidad de los personajes a la obra.

En Memorias del ejército napoleónico, Dufran, aunque respeta el rigor histórico de las campañas napoleónicas, se inspira en uno de sus antepasados ​​fallecido en la batalla de Elau y da su vida a través de Marcel Godwart, con quien comparte su apellido. La introspección de este personaje, como muchos otros de la colección, es la mayor cualidad del autor. Además, la sencillez con la que narra la vida cotidiana del ejército la hace más identificable para el lector.

El dibujante serbio Vladimir Aleksic, bajo el seudónimo de Alexis Alexander, es el encargado de poner caras al Brigadier, al 2º Rangers y al resto de concursantes. Para ello utiliza un estilo cuidado y claro, incluyendo muchos detalles en primer plano y detalles en segundo plano, donde se pueden ver las vigas de madera de las casas, los charcos que dejan los peatones o las hojas que caen de los árboles.

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El detalle de rostros y expresiones facilita al lector de Memorias del ejército de Napoleón comprender los pensamientos que pasan por la mente de los personajes y las emociones que los despiertan. Recuerdos napoleónicos Ejército napoleónico con grandes cuadros de diálogo en cada panel.

Por último, pero no menos importante, porque complementa a la perfección el trabajo de sus colegas, está el color de la mano de Jean-Paul Fernández, quien sabe presentar con maestría los colores fríos de la campaña rusa, donde su invierno es oscuridad casi permanente; Colores verdes y marrones en las hojas del bosque. Este gran uso de diferentes tonos cromáticos acentúa la secuencia de acciones militares.

Edición de Memorias del Ejército Napoleónico.

La gran calidad y el compromiso de CARTEm Comics siguen siendo uno de sus valores inigualables. El ejército de Napoleón está encuadernado en cartulina, en gran formato, 22 x 31 cm y 208 páginas, y la traducción es esta vez de José E. Martínez Tur.

Además de la obra, se puede apreciar la preparación de la trama de casi veinte páginas y Tras las huellas del ejército de Napoleón bajo el título, se pueden ver borradores de las viñetas del volumen, la vida de Napoleón Bonaparte, la cronología de la etapas diferentes. El estado de Francia en el siglo XIX, con un pequeño mapa de situación, un glosario, breves biografías de los autores y algunas notas finales del traductor.

Esta obra no glorifica el género bélico, sino la supervivencia cotidiana de la vida en uno, perfectamente narrada e ilustrada por Michel Dufrane, Alexis Alexander y Jean-Paul Fernandez. De esta manera describe las inquietudes de los soldados, sus anhelos y preocupaciones, sus inquietudes y temores, o como dice Calderón de la Barca en la octava de sus comedias titulada “El asedio de Breda”:

Interés aquí

No es difamación; si el es honesto

Los pobres y los pobres soldados.

Tiene mejor calidad

Si es muy agradable y luminosa;

(…)

Aquí está lo más importante.

es obedecer

Y debería ser el camino

Pedir no es negar.

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Recuerdos del ejército de Napoleón.

Después de las victorias de Austerlitz y Jena, el ejército de Napoleón cruzó Polonia y se detuvo en suelo ruso. La tensión y la rivalidad alimentarán a la mayor parte del ejército. Unos días antes de la batalla decisiva, la moral está por los suelos… En este completo número, aprenda sobre la vida diaria de los soldados del emperador durante la mayor campaña militar de Napoleón.

En las filas de la Grande Armée

Tras las victorias estratégicas en Austerlitz y Jena, en el apogeo de la historia napoleónica, el ejército de Napoleón se encontraba en una posición envidiable en Europa. La Grande Arme, conocida como un poderoso cuerpo militar, era una fuerza poderosa que demostraba su habilidad y disciplina en el campo de batalla.

Sin embargo, el destino de miles de personas que cruzaban las vastas extensiones de Polonia, con la vista fija en suelo ruso, se encontraba en un momento crítico cuando se produjeron acontecimientos históricos.

Cruzar Polonia fue una experiencia desafiante para las tropas imperiales. A medida que la marcha continuaba y el clima implacable comenzaba a pasar factura, la moral del ejército comenzó a erosionarse.

Las condiciones de vida en el campo eran duras y, a menudo, brutales: los largos días de marcha, los suministros insuficientes y la exposición constante a los elementos dejaron a muchos soldados exhaustos y desanimados. El cansancio y el hambre se convirtieron en compañeros constantes en este viaje hacia el Imperio Ruso.

A pesar de las victorias anteriores, las disputas y rivalidades internas comenzaron a socavar el espíritu colectivo. El ejército estaba formado por personas de diferentes regiones y nacionalidades que fueron reclutadas o llamadas a servir en la Grande Armée.

Las diferencias culturales y lingüísticas a menudo provocaron malentendidos y conflictos en las filas. Además, la competencia entre funcionarios personales y políticos puede afectar a los militares en períodos críticos.

Con una batalla decisiva en suelo ruso avecinándose, la moral estaba en su punto más bajo. Los soldados empezaron a dudar de la viabilidad de sus esfuerzos y consideraron que valía la pena seguir luchando en condiciones tan adversas.

Sin embargo, a pesar de estos desafíos, la personalidad carismática de Napoleón y su liderazgo indiscutible inspiraron cierta esperanza en las filas. Su capacidad para animar a los hombres y renovar su compromiso con la lucha les dio un nuevo sentido de propósito.