La guerra de Charlie. The Boy Soldier es un clásico de los cómics de guerra, creado por dos leyendas de Las Nueve Artes: Pat Mills para el guión y Joe Colquhoun para el arte, que es publicado por cARTEm Comics en general.
Cómics CARTEm genéricos, La guerra de Charlie. Soldier Boy, una recopilación de las historias del héroe de la Primera Guerra Mundial Charlie Bourne, se publicó por primera vez en Battle Picture Weekly de enero de 1979 a octubre de 1986.
Los creadores de la historia, Pat Mills, el guión y Joe Colquhoun, la película, son maravillosos artistas británicos con muchas obras maestras. Colquhoun es también un veterano de la Segunda Guerra Mundial, que antes de iniciar sus estudios de Bellas Artes padecía cansancio de batalla y miedo a no ver nunca un nuevo amanecer. Mills, por su parte, ha estado bien documentado sobre la Gran Guerra, a pesar de las críticas infundadas por su uso de elementos fantásticos en la historia.
La Gran Guerra fue la primera guerra que se clasificó como guerra mundial, porque los combatientes procedían de todas partes del planeta. Lucharon contra europeos, australianos y neozelandeses, americanos, además de tropas coloniales de Senegal, namibios, libios, hindúes…
El inicio de la guerra supuso un gran avance de las tropas alemanas y austriacas, pero con la apertura del Frente Oriental en 1915, los frentes eran muy limitados, lo que llevó a la creación de la guerra de trincheras (algo que ya había sucedido antes entre los japoneses y rusos). La Guerra (1904-1905). El enfrentamiento continuó hasta que Estados Unidos entró en la refriega y parecía un tanque.
Aunque la Revolución Rusa permitió a los alemanes cerrar ese frente y ocupar Polonia, llegando a 65 kilómetros de París en mayo, significó la derrota de las Potencias Centrales en 1918. Una contraofensiva de las Naciones Unidas en agosto llevó a Alemania a pedir la paz y el armisticio se firmó el 11 de noviembre.
Conspiración
Un total de ochenta y seis episodios recogidos en Charlie’s War. El niño soldado, alistado en el ejército real británico con sólo 16 años, ve la evolución de Charlie Bourne a través de la ceguera voluntaria de su empleador y se da cuenta de que las representaciones y los ideales de la guerra no son los mismos en el papel. De hecho, su fuerza le hace crecer más allá de las expectativas biológicas.
El reclutamiento de Charlie precede a la campaña de Somme, una de las más carnicerías de la Gran Guerra. Todas las historias están respaldadas por un fundamento histórico, el personaje principal se ve no solo en los desiertos y batallas, sino también en las líneas secundarias y en casa.
Los personajes brutales no sólo aparecen en líneas alemanas, sino también en líneas británicas. Las víctimas de estos personajes desalmados son a menudo oficiales superiores, soldados y subordinados bajo sus órdenes. Un claro ejemplo lo vemos con el teniente Snell, quien no duda en utilizar su posición como carne de cañón como manda Charlie.
La trama no trata sobre el bien y el mal, sino mucho más oscura, más cercana a una guerra real. Esta oscuridad se ve iluminada por la típica chispa del conflicto, donde brillan la amistad, la valentía y el heroísmo. Pero la acción es intensa y apasionante, no permite al lector un poco de descanso.
Los autores
En el año Y la trama muestra más significados a las acciones que a la guerra.
En este sentido, Mills demuestra en su trabajo que las reglas actuales se detienen en el momento de crisis. Mills utiliza irónicamente el reclutamiento ilegal en sí para evitar que menores se alistan, socavando la legalidad, pero los lectores pueden entender esto desde la primera lectura de la obra.
El volumen total de Charlie’s War son las historias presentadas en los distintos episodios. El niño soldado que se encuentra con la verdadera crueldad de la guerra, con la precisión de la brutalidad de la que el lector no escapa, quiere venir a ayudar, aportando el elemento humano que comparte la tragedia del incidente. Charlie y sus compañeros de parto.
Joe Colquhoun sabe utilizar el guión de Mills y lo dibuja con esmerado detalle y realismo, lo que, al ser un cómic en blanco y negro, le permite apreciar su trabajo de forma clara y precisa. La escritura del guión con aletas irregulares, algunas rectangulares, sin marco, circulares… hace que la acción sea clara y continua, de modo que no hay esperas, el lector apenas puede quitar la vista del papel.
Los personajes, el equipamiento y los escenarios recrean a la perfección la atmósfera de la Gran Guerra, haciendo referencia fiel a los primeros documentos elaborados para la obra, además de la experiencia en la guerra, que le hace participar en las pinturas. Experiencias de sufrimiento en la Segunda Guerra Mundial.
Esta experiencia de vida de Colquhoun hace que la imagen no disminuya en lo más mínimo, porque transmite poder y emoción al lector, quien puede identificar sin lugar a dudas las emociones que transmiten los personajes, lo que hace que la acción parezca haber tenido lugar realmente. Leyendo el volumen completo de La guerra de Charlie. El hijo del soldado.
Edición
Los grandes clásicos merecen el mejor acabado, por eso cARTEm Comics no ha hecho el personaje de la editorial y ha elaborado un producto con un acabado único y adecuado al contenido que ha retomado. De la estantería.
En esta colección de clásicos, sin duda, la piedra angular de cARTEm Comics: Drácula de Fernando Fernández, en su edición 40 aniversario, como Hijos de la Alhambra de Paco Roca.
La guerra de Charlie está encuadernado en cartulina y tiene un gran formato de 21 x 27,6 cm y 320 páginas, traducida por Víctor García de Esusi. Además, la sección incluye breves biografías de los autores, explicaciones detalladas de las distintas secciones a cargo de Pat Mills, así como diez portadas a todo color, extraídas de Battle Picture Weekly.
La guerra de Charlie. Soldier Boy es una gran obra que aborda con valentía temas de explotación de clases, aunque sería mejor si se disfrutara sin ironía. En definitiva, es un clásico bélico, a la par que pacifista, una joya en la biblioteca del buen cómic.
La comedia bélica más importante de todos los tiempos.
Considerada por muchos como un hito en el género de la comedia bélica, “La guerra de Charlie” trasciende sus páginas para capturar la sombría realidad y el drama humano de la Primera Guerra Mundial, uno de los conflictos más devastadores de la historia.
La historia se centra en Charlie Bourne, un joven patriota cuyo origen humilde le lleva a alistarse con entusiasmo en el ejército y emprender su viaje hacia el Frente Occidental en 1916.
Penetración profunda en los horrores de los pozos.
A primera vista, la decisión de Charlie de alistarse en el ejército puede parecer una respuesta sentimental y romántica al llamado de su país, con un sentido de nacionalismo. Sin embargo, a medida que se desarrolla la trama, nos ofrece una imagen mucho más profunda y conmovedora del personaje principal.
Charlie emerge como un chico idealista de 16 años, lleno de sueños y esperanzas de marcar una diferencia en el mundo, una representación de la inocencia que la guerra está a punto de arrebatar.
La historia da un giro drástico y desgarrador cuando Charlie se ve atrapado en el terrible conflicto de trincheras en el frente occidental. Las trincheras, que alguna vez fueron símbolo de protección y protección, se han convertido en una pesadilla claustrofóbica donde la muerte acecha en todas direcciones y la realidad se distorsiona hasta perder su significado.
El lector es testigo a través de los ojos de Charlie de que la brutalidad de la guerra convierte al joven en soldado.
Es una lucha desesperada por sobrevivir entre la basura todos los días. La lluvia constante, la escasez de alimentos y suministros médicos, la amenaza constante de ataque enemigo y la pérdida de camaradas crean una mala historia.
La historia no trata sólo de acción y escenas violentas, sino que también profundiza en las emociones y los dilemas morales que enfrenta Charlie mientras intenta aferrarse a su humanidad en medio del caos.
Más allá de la guerra
A lo largo de la narrativa, “La guerra de Charlie” describe los efectos psicológicos y emocionales de la guerra en las vidas de quienes lucharon en el conflicto. Los momentos de introspección y diálogo interno de Charlie permiten al lector vislumbrar la lucha entre la necesidad de sobrevivir y la búsqueda de significado en la destrucción. Sus relaciones con otros soldados y sus pérdidas se convierten en catalizadores de su evolución personal.
En definitiva, “La guerra de Charlie” no es sólo un relato de batallas y tácticas militares, sino un examen profundo de la naturaleza humana en tiempos de conflicto. La historia destaca la fragilidad de la juventud, la brutalidad de la guerra y la lucha constante para proteger a la humanidad en circunstancias extremas.
A través de su impresionante narrativa gráfica, el cómic invita a los lectores a pensar en el costo humano de la guerra y nunca olvidar los horrores que pueden ocurrir cuando la ideología y el conflicto chocan en el campo de batalla.